Tenemos Unión Europea, tenemos Espacio Europeo, tenemos moneda única, pero… en materia de sistemas de identificación electrónica y a la hora de realizar transacciones electrónicas, la homologación entre todos los Estados miembros aún no está conseguida. Por poner un ejemplo: mi certificado digital de la FNMT-RCM o el de Camerfirma no valen fuera de España a la hora de identificarme electrónicamente para la realización de transacciones o trámites electrónicos.
Pensemos por un momento la utilidad que podría tener un sistema común de identificación basado en el reconocimiento de los distintos sistemas que se utilicen en los Estados miembros: facturación electrónica, contratación electrónica, presentación de ofertas públicas, matrículas para la realización de estudios, declaraciones fiscales, creación de empresas, etc.