Uno de los adjetivos que caracteriza los tiempos actuales es el de la globalización. No podemos concebir un país cerrando sus puertas al exterior y aislándose de los demás. Por esto mismo, quizá resulta chocante encontrarse con grupos separatistas que pretenden ir en contra del rumbo que dictan los tiempos actuales, los mercados y la economía mundial.
En un mundo globalizado, la empresa necesita internacionalizarse, abrirse a nuevos mercados –también globales– con los que poder interactuar y comercializar bienes y servicios; además, la internacionalización se perfila hoy día como uno de los procesos clave para garantizar la supervivencia de algunas empresas. Sin embargo, todavía son una minoría las empresas que deciden apostar por el mercado exterior como destino de sus productos y servicios, en concreto suponen el 3,4% del total en España según el último informe elaborado por Russell Bedford España, siendo muy significativo otro dato, el que la mayor parte de esta actividad económica española en el exterior está en manos de un 1% de las compañías, en su mayoría multinacionales.